Ley de Fitts
Si es fácil de alcanzar se usa más.
La teoría
La Ley de Fitts, formulada por el psicólogo Paul Fitts en 1954, establece que el tiempo necesario para alcanzar un objetivo depende de la distancia al objetivo y el tamaño del mismo. En términos sencillos: cuanto más lejos y pequeño sea un objetivo, más tiempo y esfuerzo requerirá para ser alcanzado.
Esta ley es fundamental en el diseño de interfaces de usuario, ya que influye directamente en la eficiencia y precisión con la que los usuarios interactúan con elementos en pantalla.
Aplicar la Ley de Fitts en el diseño de interfaces mejora la usabilidad al facilitar la interacción del usuario con los elementos más relevantes. Al optimizar el tamaño y la ubicación de botones y enlaces, se reduce el tiempo de navegación y se minimizan errores, lo que se traduce en una experiencia de usuario más fluida y satisfactoria.
La práctica
En los cajeros automáticos, los botones de confirmación como “Aceptar” suelen ser más grandes y están ubicados en posiciones prominentes, mientras que los botones de cancelación son más pequeños y menos accesibles, reduciendo así errores involuntarios.
En aplicaciones móviles como Instagram, los botones más usados como el “corazón” o “enviar”, son los más visibles en cada publicación facilitando su fácil acceso con el pulgar. Las acciones menos frecuentes, como “configuración”, están más lejos y requieren más intención para alcanzarlas.
Consejos
– Aumenta el tamaño de los elementos interactivos: Botones y enlaces más grandes son más fáciles de seleccionar, especialmente en dispositivos táctiles.
– Ubica los elementos clave cerca del área de atención del usuario: Esto reduce la distancia que el usuario debe recorrer con el cursor o el dedo.
– Evita colocar elementos interactivos muy juntos: Esto previene errores al seleccionar el elemento deseado.