Carga Cognitiva
Cuando el cerebro se cansa, el usuario se va.
La teoría
La carga cognitiva se refiere al esfuerzo mental que una persona necesita para completar una tarea.
En el diseño de experiencias de usuario (UX), se trata de la cantidad de “potencia cerebral” que se requiere para interactuar con un producto.
Si la información que el usuario debe procesar supera su capacidad, la carga cognitiva es demasiado alta, lo que puede generar frustración y abandono.
La práctica
Cuando se trata de experiencias digitales, una pantalla sobrecargada con botones, menús confusos o mucho texto puede aumentar la carga cognitiva del usuario, dificultando la navegación y llevándolo a abandonar la página.
En el mundo real, un buen ejemplo puede ser un manual de instrucciones complejo, lleno de texto técnico y sin imágenes claras. Esto también genera una alta carga cognitiva, haciendo que tareas simples se vuelvan frustrantes y difíciles de completar.
Consejos
– Simplifica la interfaz. Utiliza un diseño limpio y organizado, eliminando elementos innecesarios que puedan distraer al usuario.
– Organiza la información. Presenta datos en bloques pequeños y utiliza encabezados claros para facilitar la lectura y comprensión.
– Facilita la navegación. Asegúrate de que los menús sean intuitivos y que el usuario pueda encontrar fácilmente lo que busca.
– Proporciona retroalimentación (feedback) inmediata. Informa al usuario sobre las acciones que realiza, como confirmar que un formulario se envió correctamente.
– Ofrece opciones predeterminadas. Cuando sea posible, utiliza valores predeterminados o recomendaciones para reducir el esfuerzo del usuario al tomar decisiones.